Clásicos de Arquitectura: Conjunto Habitacional 7 Hermanas / Hugo Boetsch + Jorge Elton

Escrito por Victoria Riquelme

Ubicado en la ciudad de Viña del Mar, Chile, el Conjunto Habitacional 7 Hermanas destaca entre el paisaje urbano viñamarino por sus cualidades arquitectónicas, sus colores, materiales y magnitud. Al alzar la vista, se observa entre la frondosa quebrada que da al parque urbano Quinta Vergara, el conjunto de edificios emplazados en el sector de Forestal los cuales se apropian de la pendiente y la meseta del cerro, coronándose como una de las obras de arquitectura moderna mas importantes en la región de Valparaíso.

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El conjunto nace de una iniciativa del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, por solventar la crisis habitacional de 1970, donde se plantea construir conjuntos habitacionales en áreas rurales de los cerros de la ciudad. En Viña del Mar, bajo esta resolución se intervienen los cerros Chorrillos, Forestal Alto y Las Colinas. Es así como en 1974 se consolida el proyecto diseñado por los arquitectos Hugo Boetsch y Jorge Elton, el cual obtiene su recepción definitiva en 1978. Este conjunto habitacional fue uno de los últimos proyectos de la Caja de Empleados Particulares (EMPART), materializado por la constructora de viviendas económicas “Monte Grande”.

Proyectado para dar cabida a 7.500 habitantes, este proyecto contaba con 3 etapas. La primera contemplaba consolidar la urbanización y construir 324 viviendas en la ladera. La segunda etapa consideraba la construcción de 704 vivienda sobre la meseta, además de proponer un equipamiento diverso que contaba con zonas comerciales, sociales, educacionales, para la salud y oficinas. La tercera etapa no logró concretarse, pero pretendía construir 472 viviendas y áreas de esparcimiento, también se esperaba crear una vía de conexión directa entre el centro de la ciudad y el cerro, así como una vía conectora con la ruta que va hacia Santiago. Finalmente, la obra se terminó con la ejecución de las dos primeras etapas con un total de 30 edificios, 720 viviendas y una superficie de 37.418 m².

El diseño, tanto de la primera etapa como de la segunda, destaca por las pasarelas entre edificios que entretejen la circulación peatonal del conjunto. La primera etapa cuenta con 23 edificios, compuesta por 20 torres de 7 pisos de altura con 4 departamentos dúplex por nivel, y 3 conjuntos de viviendas pareadas de 2 pisos dispuestos en torno a la pendiente, las cuales son unificadas por un pasillo que alberga los programas de comercio y servicios. La operación de escalonar para adaptarse a la topografía, junto con la decisión de generar espacio entre los volúmenes permitió tener un mayor control visual del espacio común, acceder a luz y ventilación natural, además de generar una serie de espacios para actividades recreativas a nivel de suelo. Sobre estos espacios se instala una red de pasarelas que conforman la circulación horizontal y cajas escalas aisladas entre edificios para conformar la circulación vertical.

La etapa 2 se compone por 7 edificios de 13 pisos de altura con 4 departamentos por nivel, además de zonas de estacionamiento y jardines. Las torres se adaptaron a la cota del terreno, quedando unas sobre la meseta y otras unos niveles mas abajo. Esto género que cada edificio tuviese su propia caja escala a modo de circulación vertical, pero que nuevamente se conectan mediante pasarelas de circulación horizontal que convergen en un ascensor común. Cabe destacar que de haberse consolidado la etapa 3, se dispondría entre las etapas 1 y 2, una plataforma de equipamiento y áreas de esparcimiento que conectaría ambas edificaciones. Actualmente esta es usada como cancha de tierra por los habitantes del barrio.

7 hermanas es, sin duda, una muestra ejemplar de arquitectura en Chile, las operaciones espaciales que se aplicaron en el terreno permitieron obtener una edificación en altura que no depende de sistemas de circulación mecánicos. Por otro parte, en el estudio sobre la obra realizado por Carolina Carrasco, se destaca el contraste entre la verticalidad de las torres y la horizontalidad de las pasarelas donde se aplica un principio de oposición perfectamente en equilibrio, separando al peatón del suelo y estableciendo una nueva geometría para la circulación que combina lo existente, la pendiente, lo proyectado y la horizontalidad.